CONFINAMIENTO...

Quién me iba a decir cuando recién empezaba el año, que el primer mes del mismo, enero, sólo era el principio de una pesadilla...

Echas la vista atrás y te das cuenta de cuán ilusa eres y de cuánto confías en esta humanidad sin sentido... Empezaba el confinamiento en el mes de marzo y me decía un día tras otro, esto nos ayudará a cambiar la mentalidad, seremos más solidarios, nos pondremos en la piel del otro, seremos más empáticos... todo era solo una ilusión, una nueva visión utópica de esas que soy muy dada a imaginar... 
Estamos en septiembre y no, creo que no hemos aprendido nada, somos más insolidarios, más individualistas y más egoístas aún que antes y al final, eso es lo que quieren que seamos...
No aceptamos las opiniones de los otros, no permitimos que piensen diferentes, no nos importa lo que puede o no estar pasando, lo que piensa, lo que siente... nada importa, sólo Yo, ese ego mal enseñado y mal aprendido que nos lleva una y otra vez a donde estamos... 
No, el confinamiento no nos ha hecho ni nos va a hacer mejores, sólo nos ha despertado nuestras miserias, y que se salve quien pueda de esta quema. 
Para mí, estos meses han sido una nueva prueba, un darme cuenta de donde estoy, de dónde no quiero estar y qué no quiero ser... 
Probablemente seguiré siendo esa ilusa que imagina situaciones utópica, porque de otra forma no sería yo, probablemente seguiré estando para quienes siempre he estado, seguiré siendo la misma crédula... Pero algo sí he aprendido, me he dado cuenta de la importancia de un abrazo, de una llamada, de un mensaje de las personas que te importan y quieren, me he dado cuenta de lo solos que estamos aún estando rodeados de personas, me he dado cuenta de la fragilidad que como humanidad tenemos y de lo dependientes que nos han hecho de ciertas cosas, me he dado cuenta de lo que he crecido en estos años, me he dado cuenta a través de la ausencia de lo valiosa que es la presencia... me he dado cuenta de la importancia de quien está y de quien no está...
El confinamiento no ha terminado, quizás aún no nos hemos dado cuenta, pero seguimos confinados, en nosotros mismos, en nuestras ideas, en nuestros miedos... 
Quizás este es el confinamiento con el que hay que acabar, ese que sin darnos cuenta es el que de verdad nos han impuesto, ese es el confinamiento al que hay que destapar, sacar a la Luz, ser consciente y quitar, porque estamos confinados en el miedo.
Hablamos del deseo de que acabe el 2020, pero si nosotros no cambiamos, el 
2021 seguirá igual... 
Sólo está en nuestras manos, en las tuyas y en las mías. 

MI FUERZA, TU FUERZA...

A veces no sabemos cómo reaccionar, nos bloqueamos y no entendemos el por qué , sentimos que no servimos para nada o que no somos capaces de aportar nada a los demás... estamos tan pendientes de los demás que no nos vemos a nosotros mismos.
Hoy hablaba con una persona que me decía que se encuentra en estas condiciones, que siente que se está encerrando y me ha hecho volver a esos días en los que me sentía así, y he sido consciente de lo que me ha cambiado la vida en estos últimos cuatro años, de los bloqueos superados y de las muchas cosas que he aprendido. Y si yo he sido capaz de hacerlo, todos pueden hacerlo, porque no soy más ni mejor que nadie, pero ahora me doy cuenta de que tampoco soy menos que los demás.

Me decía una frase que muchas veces me han dicho, que yo soy fuerte, y mi respuesta ha sido la de siempre, que no me veo ni me siento así, y eso es algo que también yo he de cambiar y empezar a valorarme más de lo que lo he hecho hasta el momento y creer más en mí, aunque en esto ya he dado pasos.
Sí, es cierto, soy fuerte, y por fin me empiezo a reconocer, mi fortaleza reside en gran parte en las personas que tengo a mi lado y en mi despertar.
Hace años pensaba que tenía que mostrarme fuerte ante los demás, que no se dieran cuenta de si me pasaba algo o si estaba mal, me ponía la máscara y pocas personas sabían de verdad lo que me pasaba o m dejaba de pasar, los demás me veían fuerte, pero yo sentía quenno lo era. Ahora me doy cuenta de que eso no es fortaleza, mi fuerza reside en empezar a mostrarme cómo de verdad soy, en ser yo misma, en no intentar agradar todo el mundo y hacer lo que los demás creen que he de hacer, en hacer y buscar mi camino, en pedir ayuda cuando no estoy bien, en no juzgar ni juzgarme, en ser capaz de abrirme en canal y hablar de verdad de mis sentimientos sin victimismo ni culpa, ahí reside mi Fuerza, y en mi Red de apoyo.

Todos nosotros tenemos esa fuerza dentro, quizás para encontrarla, hemos de ir muy al fondo, ir sacando capas, conocer el dolor, un dolor "placentero" en el que no nos quedamos y que nos ayuda después a mejorar, por eso hablo de dolor placentero. A veces empezamos esta bajada a los infiernos como Dante Alghieri en si Divina Comedia, escribiendo, dejando salir lo que tenemos dentro, porque eso que escribimos es sólo para nosotros, así empecé yo mi trabajo personal y sí que me ayudó... también es verdad que a veces no me gustaba lo que leía y otra veces ni siquiera era capaz de leer lo que escribía, pero no pasa nada, era sólo una etapa del camino que tenía que recorrer y aquí estoy, y aquí sigo, escribiendo ahora pero de una forma muy diferente, digo diferente porque lo hago sin juzgar y sin miedos, sin la máscara que antes me ponía y siendo realmente yo. Porque después de varios años, soy consciente de lo mucho que me sirvió hacer aquél trabajo de escritura, pero más aún darlo a una persona de mi total confianza y después de un tiempo, pedirle que lo tirase todo, porque aquella persona que escribía, ya no era la Verónica de ahora.

Tú, me has movido hoy a escribir de nuevo aquí, en mi Blog, y desde aquí te digo, que tú puedes, que eres tan fuerte como yo, que no tengas miedo de pedir ayuda, que no te comas la cabeza pensando que puedes molestar a los demás explicando lo que sientes porque los demás tienen sus problemas... deja que sean esas personas las que decidan si pueden o no escucharte en el momento que las necesitas, no te des tú una respuesta por ellos, porque puede ser equivocada. Toma tu tiempo, no es más que eso, tiempo, a veces necesitamos más y otras menos pero algo es seguro, nunca es tiempo perdido porque es un tiempo que te estás dedicando a ti...
Sabes que conmigo puedes contar cada vez que lo necesites, he venido aquí para eso, me ha costado mucho entenderlo pero lo he hecho, y ahora lo pongo en práctica... también he aprendido a decir no cuando no me es posible hablar o ayudar, así que ya sabes... estoy operada del tobillo, pero a mis oídos para escuchar no les pasa nada, ni a mi mano para coger el teléfono, ni a mis dedos para escribir...

Como ves, yo puedo hacerlo, y también tú, porque tu fortaleza es igual que la mía y así como yo tengo una red de apoyo, también tú la tienes, sólo has de tirar de los hilos que ya tienes y empezar a tejerla...

LIBERANDO CICATRICES



No tenía intención de hacer este escrito ahora, sino de otra forma y quizás más adelante, pero leyendo algunas publicaciones y opiniones diferentes y encontradas, he sentido que era el momento de hacerlo.

Tengo la gran suerte de tener como amiga a una gran terapeuta y además profesora de Facioterapia Dien Chan y otras técnicas como es Anna Roca, eso significa el tener un gran “enchufe “ en el tratamiento de mis cicatrices.
Estando a pocos días de entrar de nuevo en quirófano a operar mi tobillo derecho, me gustaría compartir con vosotr@s no la sesión que me hizo en el tobillo, que fue un regalo y una auténtica pasada, sino la sesión de la cicatriz de mi histerectomía, que me realizó el pasado 28 de abril durante un curso que ella daba y en el que yo le hacía de “asistente y modelo”.

Esa cicatriz tiene su miga y venía ya tratado el terreno, me operaron el lunes 6 de junio de 2016  y el viernes ya me estaba Anna tratando para que la cicatrización fuese más rápida. Anterior a esta operación, ya me habían sacado un mioma por laparoscopia. A realizar el “vaciado” llegamos por otro otro mioma que me cogía el endometrio, provocando continuas hemorragias, 3 años de anemia y que además había riesgo de que pudiera hacerse maligno.

Explicar lo que para mí ha significado la liberación de esta cicatriz es largo, por lo que intentaré hacerlo corto y de la manera más sencilla posible. Si hablamos del tema físico, mi sensación era extraña, en el ombligo tenía muchas veces problemas de infección desde hace años, de niña tenía la manía de tocarlo mucho, llegando a provocar alguna herida, durante un tiempo esas infecciones pararon hasta hacer la primera operación, en el que empezó de nuevo ese mal olor a veces dentro del ombligo y empezar a picar y ponerse rojo. Después de la primera intervención para sacar el mioma y de la histerectomía, me costaba mucho tocar esa zona, a pesar de haberse trabajado el terreno, había aún mucho por salir. También había que trabajar la cicatriz interna, hace casi dos años me sacaron todo, dejando sólo los ovarios y sin las trompas, por lo que tratar esa cicatriz interna tenía trabajo.

Llegamos al momento del trabajo de la cicatriz, durante el curso, el terreno a tratar era bastante grande, desde debajo del pecho hasta casi el pubis, conforme Anna iba realizando el trabajo, notaba como mi cuerpo empezaba a normalizarse, como el terreno se iba reduciendo y no notaba tanto rechazo al sentir pasar los rodillos por esa zona ya trabajada, tocó después rolar por encima de las cicatrices para crear los puentes que unen energéticamente los dos lados de las cicatrices y era sentir cómo empezaba a integrar de nuevo esa parte tan importante de mi cuerpo, no hemos de olvidar lo que significa el ombligo, el centro de nuestra vida, por donde salía el cordón que nos alimenta en el vientre materno y por donde se une el de las que son madres para alimentar una nueva vida… por primera vez en muchos años, me estaba reencontrando realmente conmigo. Y pasamos a la tercera fase del tratamiento, al cosido energético de la cicatriz, en el que las emociones afloraron y después de recuperarme, me di cuenta de lo profundo de la sanación que me acababan de regalar y todo lo que había detrás de esa cicatriz.
Durante el tiempo que necesité para que todo saliera, me sentí como una niña pequeña, como un animal desvalido, sólo era capaz de llorar y llorar, sentía que era un llanto distinto, de rabia, miedo, odio…pero un llanto liberador. Por primera vez y después de casi 27 años, me sentí libre, se había sanado una herida más profunda, una herida de alma pero también el desgarro físico de la violación que sufrí con 17 años, un desgarro del que mi mente se había olvidado por completo y del que nunca pensé que hubiese provocado una cicatriz interna, que después de tantos años y sin ser consciente de ello, me estaban trabajando.

Os hablo ahora del aspecto más positivo y lo que me ha cambiado este tratamiento, por fin, la energía de ese hombre ya no está dentro de mí, por fin puedo ser yo misma y sentirme completa y tomar de verdad las riendas de mi vida y mi Camino, “ahora sí “ esas fueron las primeras  palabras que pronuncié cuando me recuperé un poco y pedí a Anna que agarrase mi mano. Ahora sí siento que de verdad, esa cicatriz ha sanado, no sé si se tendrá que trabajar de nuevo o no, lo que sí sé es que desde ese día de abril, el ombligo no ha vuelto a supurar ni se ha irritado, cuando siempre me pasaba con el calor. Siento que he hecho las paces con esa zona de mi cuerpo, que ya no la siento extraña como antes y puedo pasar la mano con total tranquilidad porque ya no me incomoda, esa zona, ahora sí, es parte de mí. También me ha servido esa sesión para dar pasos definitivos en mi vida, romper cadenas que me ataban y empezar a ser de verdad yo.
Queda ahora un paso más, una nueva cicatriz que se producirá con la nueva operación de mi tobillo la próxima semana, con ello se cierra el ciclo, empezó con la operación de ese tobillo y se cerrará de la misma forma, y será el paso definitivo, la cadena que queda por romper para empezar a volar en lo que quiero. Y voy a esa operación tranquila y contenta, pero sobretodo segura, porque tengo a mi lado la mejor red de apoyo que se puede tener y como las casualidades no existen, menos de 3 semanas después de la operación y con mi escayola, estaré en el curso en Barcelona de “Liberar Cicatrices”, acompañada de mis terapeutas y amigas, la mejor forma de seguir sanando y empezar a sanar esa cicatriz.

Gracias también desde aquí a todas las compañeras que hicisteis ese curso, por el respeto y apoyo que me distéis durante el proceso de sanación, por vuestro silencio y los abrazos al acabar, sin duda, era una cicatriz para sanar en ese grupo.

Gracias Anna Roca por el regalo de esa sesión, por tu generosidad compartiendo un trabajo tan bonito, por permitirme seguir aprendiendo de ti y contigo, y por supuesto, mil gracias por el acompañamiento en esa sanación tan profunda.

NO TINC POR !!!

"No tinc por" me pregunto si realmente es así...

En mi interior sé que no es del todo cierto, miedo tengo o quizás lo podría llamar respeto, pero también es verdad que esa emoción no va a poder conmigo, que voy a seguir haciendo mi vida normal como hasta ahora, porque ningún terrorista va a marcarme el camino a seguir.

El golpe ha sido duro, creo que tardaremos en recuperarnos de esto, que pasear por las Ramblas ya no será lo mismo para nosotras, ayer lo pude comprobar, fue el paseo más duro y con más emoción de estos casi 15 años. No nos han cerrado las Ramblas, las Ramblas seguirán abiertas y seguiremos paseando por allí, y en cada paso que dé, mostraré mis respetos a cada una de las personas que el 17 de agosto perdieron la vida, a cada una de las personas que sufrieron heridas y a cada una de las personas que estuvieron ahí ayudando. No van a conseguir que deje de pasear por las Ramblas, no, todo lo contrario, lo seguiré haciendo...

Ayer, se me hizo eterno ese paseo, me parecía que las Ramblas eran interminables, emociones que me recorrían todo el cuerpo, tristeza, rabia, impotencia... pero también Esperanza, a mi paseo en silencio se unían los cientos de voces de los musulmanes y las musulmanas que salieron a gritar "no en mi nombre" "somos musulmanes no terroristas"... y me pregunto, ¿en qué mundo de hipocresía vivimos en el que se les exige que salgan a la calle a manifestarse, a condenar el terrorismo para que nos demuestren que ellos no son culpables? ¿Por qué entonces  muchas voces exigen que salgan los musulmanes a condenar, acaso todos ellos son terroristas? ¿Por qué después de que salen a condenar el atentado muchos de ellos, sigo leyendo que es una pantomima lo que han hecho y son muy pocos los que han salido? Con esta mentalidad, pienso que  como sociedad estamos fallando.
He visto muchos mensajes de odio estos días en redes sociales, a la mayoría de ellos ni me he molestado en contestar, no podemos combatir el dolor con odio y sé muy bien de lo que hablo, es normal y lícito sentir rabia, pero no lanzarla contra personas que no son responsables de lo que estos indeseables han hecho en Barcelona.
No tengo miedo de salir a la calle, de pasear por mi ciudad, pero sí tengo miedo de dónde podemos llegar si nos dejamos conducir por el odio, y por desgracia, de eso, estoy viendo mucho estos días en las redes sociales, y lo que más duele, publicaciones de "amigos".
No nos damos cuenta pero algo que tendría que habernos unido, este dolor que estamos sintiendo, algunos lo usan para separarnos.
No quería aquí mezclar sentimientos, pero es imposible no hacerlo, porque estamos cayendo todos una y otra vez en la trampa de unos cuantos, romper la unión es lo que necesitan tanto de un lado como de otro.
He leído tanta necedad estos días que tengo más miedo al odio esparcido por redes sociales que a pasear por las Ramblas.
Me han faltado muchas cosas, me ha faltado más unión por parte de muchos, cuando el atentado en París todos nos pusimos "je suis París", cuando el de Londres, lo pusimos en inglés y era lo más normal del mundo, ¿por qué tanto problema con el catalán? ¿Por qué tantos twits a los mossos criticando la información dada en catalán cuando estaban twitteando en 4 idiomas? ¿Por qué el hecho de expresarse en su lengua es visto como un ataque al resto de España? He leído muchas salvajadas, que hubiera preferido no leer, unos y otros instrumentalizan todo, pero lo peor, es que los ciudadanos caemos en la trampa y fomentamos más el odio, la separación.
Ojalá tod@s pusiéramos un poco de nuestra parte para cambiar lo que está pasando, empezando por abajo, por los niños y niñas, criarlos en el amor, en la tolerancia, en el respeto, en la igualdad, en todos esos valores que no harían tener una visión muy diferente de la que tenemos en este momento en la sociedad, y no potenciar y fomentar la competitividad, el racismo, el odio, la separación, la violencia... Todos estamos fallando, todos y cada uno de nosotros deberíamos mirar dentro de nosotros y empezar a cambiar, no podemos exigir a nadie algo que nosotros mismos no somos capaces de hacer.
En todas partes por desgracia hay manzanas podridas que hacen que otras se pudran, pero no podemos generalizar, no podemos meter a todos en el mismo saco.
No estoy de acuerdo con ningún tipo de violencia, sea el motivo que sea, pero menos aún con el hecho de matar en nombre de Dios, no, no se mata en nombre de Él, se mata porque a algunos poderosos les interesa, porque ellos son los que manipulan y al final hacen que se derrame sangre de inocentes.

Hoy estoy rota, triste... porque esta vez ha tocado demasiado cerca, en un lugar emblemático de mi ciudad, porque esta es mi ciudad, y sientes que en una milésima de segundo todo puede derrumbarse, porque una de esas personas podría haber sido yo o alguien de los míos...
Toca levantarse de nuevo, mirar arriba y seguir de frente, viviendo, nosotros que tenemos la suerte de poder seguir haciéndolo, toca hacerlo por nosotros mismos, y también por ellos, por cada una de las personas que se han dejado la vida en las Ramblas de Barcelona en ese atentado.
Toca reponerse y demostrar que somos más fuertes, que estamos más unidos, dejemos atrás lo que nos separa y trabajemos por hacer una Sociedad mejor de la que ahora tenemos.

DEP

Carta a mi viejo

Hoy Papá siento que la mejor forma que tengo de felicitarte es mirar arriba y mandarte esta carta que tanto me costó escribirte hace unos días.
Te quiero!!!


Hola Papá,

Realmente no sé ni por dónde empezar, me cuesta mucho escribirte y hacerlo de esta forma, porque de alguna manera, para mí, es otra despedida.
Estoy ahogada y estoy un poco perdida, no sabia que me hicieras tanta falta, me duele en el alma no haber aprovechado estos últimos años contigo, estaba tan ocupada y tan absorta con mis cosas que siento que te he fallado.
Siento que te he fallado porque hace mucho que veía venir esto que ha pasado, hacía mucho que sabía que te ibas y aún así, seguía poniendo esa máscara que tantos años he llevado para protegerme, para hacerme a la idea de que no era verdad lo que sentía, que eran simples imaginaciones mías.
Siento que te perdí hace mucho tiempo papá, aquella Semana Santa en la que mamá estaba en UCI luchando por su vida, allí, tiraste la toalla, fue la última Semana Santa que hasta ahora he pasado en Sevilla, y me doy cuenta ahora. Allí cambió todo, todo se desmoronó por completo, mamá en UCI, el tito Javier muriéndose y tú matándote en vida fumando y bebiendo, incapaz de soportar tanto dolor y tanto vacío. Me duele no haber hablado más contigo desde entonces, no haber entrado en esa conversación que quizás necesitabas, o que necesitaba yo, para no sentirme así como me siento. Sé que te querías ir antes que mamá, que decías que tú no podías soportar estar aquí sin ella, pero duele que haya sido ahora, precisamente cuando mamá está "mejor", cuando ella ha conseguido estabilizar su enfermedad...
Sabes Pá, me siento egoísta, porque pienso en mí, en lo que te necesito, en los momentos que ya lo voy a poder compartir contigo, en los abrazos y besos que no te he dado, en las palabras que se me han quedado dentro sin decirte... necesitaría ahora mismo que me cogieras de la mano, que me contaras una de aquellas historias que te inventabas cuando era pequeña. Te echo mucho de menos y no sé ni qué hacer para que no pase, echo de menos nuestras conversaciones, porque sí que es cierto que cada vez eran menos, cada vez te costaba más hablar, cada vez te ibas cerrando más y te ibas apagando y aunque lo sabía, yo no hacía nada.
Sé que me dirías y me dirían que no podía hacer nada, pero no sé si me lo creo, porque lo que sí podía haber hecho es decirte más veces lo mucho que te quiero, sé que nunca hemos sido de decirnos muchas cosas, porque la mayoría de las veces no hacía falta, pero ahora, me duele tenerlas dentro y sentir que no las escuchaste.
Pero de todo, lo que más me duele es no haber ido a Sevilla más en este tiempo, haber pasado todo un año sin verte y en el año anterior, también haber ido poco, y no, no hay excusas, me podrían decir que por el tema de la operación, pero yo sé realmente que no es así, estos últimos dos años, tenía miedo de ir a Sevilla porque sentía que era una despedida y no quería hacerlo, dentro de mí sabía que no te irías sin que nos hubiésemos visto una vez más y así ha sido. Casi un año entero sin ir para allá, y sólo 9 días después de haber vuelto a Barcelona de pasar fin de año y Reyes con vosotros, decides que tu momento ha llegado y que tienes que iniciar tu viaje, y mira qué casualidad, poco después de las 9 de la noche. El 8 de enero cuando nos despedíamos sentí que era realmente una despedida y me vino una frase que fui incapaz de decirte pero que hoy necesito hacerlo, "nos volveremos a ver, me vas a esperar a que venga a despedirme de ti?", se me quedó ahí dentro, sin ser capa de pronunciarlo, igual que tampoco te dije "te quiero" y eso que sentía que podía ser la última vez, pero no lo hice, sólo pide mirarte cuando ya me despedía de mamá y te vi agachar la cabeza sentado en el sofá mientras se te escapaba alguna lágrima.
No sabes cómo duele estar a mil km, no sabes la de sentimientos de culpa que me han asaltado por no estar ahí con vosotros, es estúpido, pero siento en cierta forma el haberos abandonado.
Se hace duro papá, el no verte, el no haberme podido despedir de ti como realmente hubiese querido, Laura y yo sentimos que sería pronto que te irías, pero de verdad que no pensé que sólo unos días después.
Tú ya habías tomado la decisión, ya lo sé, ya habías abierto aquella puerta negra que tanto miedo te daba y estabas preparado para irte, también es verdad que nos diste algo de tiempo para "prepararnos", y que lo hiciste al mismo tiempo tan rápido que no tocó "sufrir mucho". Nos dejaste margen de año y pico, porque te aseguro que en el último ingreso que tuviste, yo pensé que no salías. 
Sabes papá, no consigo hacerme a la idea de que ya no estarás en casa cuando vaya a Sevilla, no soy capaz de hacerlo, es como si estuviera viviendo una película, algo irreal que no ha pasado, es lo que tiene vivir en la distancia, sus pros y sus contras, no soy capaz de enfrentarme aún a lo que ha pasado, no soy consciente de la verdadera ausencia, pues es cierto que al estar lejos, la ausencia física ya estaba, pero cuesta más hacer el proceso.
Me vienen a la mente infinidad de momentos, de charlas contigo y me pregunto, en qué momento papá perdimos esa complicidad que siempre tuvimos? Puede que en cierta forma lo hiciera la distancia, el estar lejos y dejar de compartir cosas con vosotros, contigo, porque sí es verdad que me volví más celosa de mi intimidad, de mis problemas, de mis cosas, quizás por protegerme a mí misma o protegeros a vosotros, no lo sé.
Me siento responsable de tantas cosas papá, siento tanto no haber estado a la altura para apoyarte y poder buscar ayuda para que superaras lo que te pasaba... me jode pá, me jode mucho que ya no estés, que dejases de luchar por ti y tirases la toalla.
Me duele porque no es lo que aprendí de vosotros, todo lo contrario, me enseñasteis a luchar con uñas y dientes, a que si me caía mil veces, mil y una me tenía que levantar y es eso lo que cada día intentó poner en práctica, aunque te juro que muchas veces hubiese tirado la toalla. No lo tomes como un reproche, porque no lo es en absoluto, cada uno somos dueños de nuestro camino y elegimos qué queremos hacer. De verdad que siento no aceptarlo del todo, pero no lo puedo evitar ahora mismo.
Te parecerá una tontería papá, pero siento de verdad que no me he despedido de ti, y me sigue costando hacerlo, incluso escribirte esta carta, es en cierta forma obligada, porque me sigo resistiendo a una despedida. Quizás los demás piensen que estoy loca, que sí me pude despedir de ti, pero desde el corazón te digo que no lo hice del todo, y es en cierta forma lo que ahora me falta para seguir afrontando el proceso y el tiempo normal de un duelo.
Sí es verdad que una parte de mí se despidió de ti y te doy las Gracias por permitirme vivir eso contigo, por darme la fuerza necesaria para estar a tu lado hasta el último momento, por permitirme agarrarte de la mano y ser yo la que secara la última lágrima que dejaste escapar, hoy se hace más presente que nunca ese momento, esos ratos a solas contigo en los que te decía que te fuera, que todo estaba bien aquí, sé que no es del todo cierto, pero no te podía decir otra cosa, habías decidido irte y no era justo que te retuviera más aquí, y te estaba costando dar el paso definitivo y dejar el cuerpo aquí.
Perdona papá, pero no supe hacerlo de otra forma, ni siquiera sé si estaba preparada para ello, lo intenté de la mejor manera posible, tal y como iba saliendo y sin pensarlo.
Creo papá que me queda aún un paso por dar, y es dejar ir esas piedras que me dieron, en especial, la que te puse a ti, porque en cierta forma, hasta que no la deje ir, no dejare ir esa parte, ese cuerpo físico que ya no está y con el que ya no puedo hablar y al que no puedo abrazar ni decirle lo que pienso. Sí, es el momento para despedirme de ti, del padre al que he conocido, de mi referente durante toda mi vida, del hombre al que más he querido y que más feliz me ha hecho.
Gracias Papá por todo lo que me has dado, por ayudarme a ser la persona que soy, por tu paciencia, por tu comprensión, por los valores que me has inculcado, por agarrarme de la mano y enseñarme a caminar, por tantas y tantas cosas y por tantos momentos.
Toca despedirse Papá, toca decirte hasta siempre, hasta pronto o un hasta luego, porque no nos han gustado nunca las despedidas, aunque esta es una despedida diferente, es despedir al padre físico, al que como te decía, había conocido hasta ahora, para poderte dar la bienvenida de otra forma, a otra comunicación diferente, a la que nace desde dentro, desde el alma...
Necesitaba cerrar esta puerta para poder abrir las ventanas de par en par y poder seguir hablando contigo, escuchar tus consejos, escucharte y sentirte desde el alma, porque si algo tengo claro es que siempre vas a estar conmigo y acudirás cuando te necesite.
Hoy lo he entendido Papá, pensaba que estabas enfadado o que yo había hecho algo mal y por eso no habías venido a hablarme, habías estado cerca en ciertos momentos pero no era capa de escucharte. El problema lo tenía yo, estaba tan concentrada en lo mental, que no era capaz de dejarme sentir para conectar contigo, porque eso era aceptar que no estás, cuando la realidad es muy diferente, ahora te tengo más cerca de lo que te tenía hace 5 meses, ahora puedes estar aquí conmigo cada vez que te necesite, porque sé que nuestra relación siempre será especial, nuestra complicidad siempre estará y podré seguir manteniendo contigo esas conversaciones sobre ciertos temas que tanto me gustaban.
Gracias Papá por ser, Gracias por estar 
Te quiero y siempre te voy a querer, ahora ya estoy preparada para nuestras charlas y nuestra nueva forma de comunicarnos.





Mis Alas

Aún no se por qué le he dado este título, pero es lo primero que me ha venido a la cabeza, así que por algo será...
Hoy quiero dar las gracias a las dos personas que este año y medio han estado y siguen estando ahí conmigo, las dos personas que más aguantan mis cambios de humor, mis malas caras, mis ataques de ansiedad o pánico, mis lágrimas...
No está siendo una etapa fácil, los cambios son lo que tienen y más cuando se trata de emociones, pero sin vosotras, sería aún peor. Probablemente, ya hubiera tirado la toalla hace tiempo...
Sabía que el camino iba a ser duro, pero no pensaba que tanto, a veces tengo la sensación de que nunca voy a llegar al final y me desespero, pero ahí estáis vosotras, con una palabra de aliento, un abrazo, una sonrisa, un mensaje, una canción...
Nada es por casualidad, eso ya lo he aprendido, que las personas que llegan a nuestra vida es para enseñarnos algo y cada una llega en el momento adecuado.
Soy realmente afortunada de teneros a mi lado porque de cada una de vosotras estoy aprendiendo, sois mis pilares, las cuerdas más importantes de mi Red de apoyo, sois mis alas y sin vosotras, en este momento, sería incapaz de volar alto, de seguir mi Camino, de llegar a mi faro.
Me está siendo complicado descubrirme, encontrarme, saber quién soy realmente y muchas veces me asusta lo que pueda descubrir, me aterra que no me guste lo que encuentre... muchas veces no sé si la Verónica que estoy descubriendo es la real o es otra máscara más, no sé si realmente llegaré a descubrirme algún día, o seré capaz de enseñar quién realmente soy a todo el mundo. Algo, sí tengo claro, con vosotras es con quiénes menos dobleces hay, con quiénes de verdad puedo mostrarme como quiero ser o como soy, porque no juzgáis y eso, es una ayuda.
Gracias a las dos por estar, gracias a las dos por ser, gracias a las dos por levantarme cada vez que me caigo, gracias por ser mi apoyo, gracias por quererme tal y cómo soy, gracias por respetar cada una de mis fases y seguir ahí, por no cansaros y seguir apostando por mí y creyendo en mí cuando yo misma no se quién soy ni lo que soy.

Gracias Laura por compartir mi día a día, mis 24 horas, mis miedos y mis sueños, mis lágrimas y mis sonrisas, gracias por ser mi amiga, mi mujer, mi hermana, mi compañera, mi alma gemela...

Gracias Bàrbara por estar en cada mal momento, por enseñarme a encauzar y no dejarme llevar por los impulsos, gracias por escucharme, por enseñarme a sentirme y escucharme a mí misma, gracias por ser mi guía, gracias por ser mi ángel.

Gracias a las dos por ser mis Alas, con vosotras al lado seguro que podré llegar a volar muy alto y conseguir mi sueño.
Os quiero!!!

LIBERACIÓN!!!

Hace más de una semana de lo que considero una liberación, creo que el pasar por quirófano es lo mejor que me ha podido pasar. Ahora sí mi vida cambia a mejor.
Hace un mes y algo, hablaba con una persona sobre la operación que me harían y su discurso era el de que no me preocupara, que el ser o no una mujer no depende de mantener el útero o no, que eso no hace a una mujer, aunque es duro que te saquen todo... por supuesto, que lo decía en plan de darme ánimos, pero yo, es ahora cuando realmente me siento una mujer, cuando por fin me reconozco a mí misma y cuando por fin empiezo a quererme y sentirme una mujer completa. Ahora por fin, ya no me siento rota, ya no me siento destrozada, ahora empiezo a sentir esa parte de mí misma que llevaba 25 años sin sentir, por fin he hecho las paces con la Verónica niña, la adolescente y la mujer... puede sonar raro y parecer increíble, pero así es como me siento y cómo lo siento. Durante años he estado enfadada conmigo misma, con mi feminidad, pasé de ser una niña, una adolescente feliz a ser una mujer enfadada consigo misma, una mujer que no se reconocía, que se odiaba y se avergonzaba de sí misma y así he vivido hasta ahora, rechazando una gran parte de mí.
Hoy me siento completa, no estoy vacía aunque la operación que me han hecho es comúnmente un "vaciado", estoy feliz de que las sombras se hayan ido por fin, estoy feliz de sentir por fin mi útero, sí, ese útero que físicamente no está porque lo han sacado, pero que para mí es más real ahora de lo que había sido en los últimos 25 años. Sentirme de esta forma es algo completamente nuevo para mí y estoy disfrutando de ello... no voy a decir que sea fácil porque no lo está siendo, pero es mejor que lo que tenía. Sé que el proceso es largo, que toca superar "un duelo", porque me lo han dicho, que hay que seguir las pautas que me indican y que pasarán muchos meses hasta que las cicatrices estén cerradas del todo, pero lo voy a lograr.
Ha sido un proceso duro para llegar aquí y un trabajo emocional y energético muy potente, para entender qué es lo que tenía que hacer, que había que despegar y sanar de verdad, desde dentro y no sólo en la superficie como había hecho hasta ahora. Toca trabajar más aún porque esto sólo empieza, me doy cuenta de que ahora toca reconstruirse desde cero, volver a mi verdadero yo, a mi verdadera esencia y hacer el Camino que de verdad me corresponde y quiero.
Es curioso que en el vacío me he encontrado a mí misma, a la niña que era y que perdí y con la que estaba enfadada, he encontrado a la Verónica que estaba encerrada, la verdadera, la que tenía miedo de mostrarse a causa de su vulnerabilidad.  Ahora es a esa Verónica a la que le toca salir al mundo, a la que le toca crecer en todos los sentidos, vivir, aprender y equivocarse... y es curioso, que a pesar de todo lo vulnerable que me siento, estoy más fuerte que nunca para afrontar las cosas y tomar decisiones importantes.
Las grandes sombras han salido, los miedos están desapareciendo, estoy aprendiendo a ser yo misma, a reconocerme, a aceptar mis errores y aprender de ellos para no volver a cometerlos.
Hoy me quito las máscaras que he llevado durante años, necesito mirarme bien a los ojos y reconocerme, necesito soltar muchas de las cargas que he llevado hasta ahora, necesito ocuparme de mí, necesito sinceridad, aunque duela, necesito dejar de escapar de mí misma y vivir de verdad.
He aprendido de todo lo que hasta ahora "elegí" vivir y por fin, siento quién soy yo de verdad y cuál es el camino que quiero seguir.
Gracias a quiénes me habéis hecho despertar, no hace falta decir nombres porque sabéis perfectamente quiénes sois.

Bienvenid@ a éste rincón dónde podréis compartir conmigo esos momentos vividos y guardados en la memoria de cada un@ de nosotr@s
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