En el viaje interior que he comenzado tengo mucho camino por recorrer, pero tengo claro que es la mejor forma para conseguir alcanzar realmente mi meta.
En el camino estoy convencida de que hay muchas cosas que van a quedar atrás pero también voy a encontrar muchas otras que me harán sonreír y por qué no, también llorar, porque al fin y al cabo de lo que se trata es de encontrarme conmigo misma, con la persona que fui y la persona que quiero ser. Dejar de una vez por todas aparcada la mochila que llevo años cargando y me bloquea el camino.
Queda mucho por hacer y este es sólo el principio, pero si algo tengo claro es que esta vez sí voy a llegar hasta el final, me lo merezco y se lo merecen las personas que están a mi lado.
Habrá días malos y días peores, días en los que quiera tirar la toalla porque las heridas que abra comenzarán a sangrar, pero es la única forma que conozco para seguir adelante con mi vida.
Y si de algo estoy segura es de quiénes van a estar ahí acompañándome y animándome a superar las trabas que encuentre, a vosotr@s, gracias de antemano y sobre todo, perdonad los silencios, desapariciones y pocas ganas de hablar.