Hay veces que tienes muy claro lo que quieres decir y otros momentos en los que no sabes ni por dónde empezar...
Decir que he pasado los meses más complicados de mi vida es quedarse corta, a simple vista puede parecer que soy una exagerada, total, hay cosas muchísimo peores, por supuesto que sí, pero me está pasando a mí, mi estado emocional era aún peor que el físico.
Llevar más de un año en rehabilitación agota la paciencia, cuando ves que la gente va saliendo y tú sigues ahí desespera aún más, día tras día y cuando piensas que ya está y ahora sí, un nuevo parón, pero bueno, hay que tomar las cosas como vienen y no hay otra que seguir adelante y andar el camino por duro que sea.
Superar el problema del tobillo está siendo duro y costoso, pero se convierte en insoportable cuando además del bloqueo físico se produce el bloqueo emocional y vuelven todos y cada uno de los fantamas del pasado, esos que pensabas que estaban enterrados y te chocas de frente con ellos comprobando que siguen ahí y más al acecho que nunca.
Han sido y están siendo meses tremendamente duros, ver como la vida que tienes planteada, se diluye entre tus manos y no le ves ningún sentido a nada... cuando te planteas cosas que jamás se te hubiese ocurrido plantearte, te das cuenta que has vuelto a tocar fondo de verdad y hay que coger impulso para volver a salir de ahí.
Hacer el trabajo personal cuesta, abrir heridas mal cerradas aún más y enfrentarte cara a cara con los fantasmas y tus miedos se hace casi insoportable, pero en ello seguimos y poco a poco espero poder decir que he salido de todo ello.
En estos meses mis cambios de humor han sido brutales, mis silencios necesarios y mi vía de escape la escritura.
Cuanto más voy profundizando más cosas van saliendo y más cuenta me doy de las capas que me he ido poniendo encima a lo largo de todos estos años y no es fácil despojarse de ellas, porque sin esas capas, sin esas máscaras, me siento profundamente vulnerable.
Me asusta tanto que conozcan todas mis debilidades que me vuelvo a cerrar en banda y pongo la coraza que tanto tiempo he llevado conmigo...
Voy dejando entrar poco a poco a algunas personas, pero me bloquea que se acerquen demasiado a mi yo más profundo, a esa Verónica que tantos años lleva escondida, a esa persona que dejé de lado hace tiempo y a la que me asusta dejar salir completamente. Me asusta y bloquea la vulnerabilidad, el que tengan el poder de hacerme daño y me ataquen por el flanco más débil, ese ataque que me hunda de nuevo.
Me cuesta salir de los silencios, me cuesta verbalizar, me es más fácil seguir escondiéndome detrás de mis escritos y no hablar las cosas. Es otro trabajo que toca hacer y que no sé realmente cómo afrontar, supongo que también poco a poco y paso a paso.
En el camino me cerrado y mucho, a la gente que más quiero y más me importa, no por falta de confianza, todo lo contrario, sólo para no preocupar y seguir mostrando a la Verónica fuerte y dura, con coraza que todos creen ver y conocer. Estar lejos no ayuda en absoluto, porque tú puedes decir una cosa, pero como les llega a ellos es diferente.
Sigo pensando y sintiendo que "no merezco" ayuda, me cuesta pedirla y todo se materializa en mis silencios, mis desapariciones, el evitar el contacto con las personas que quiero y me importan para que no noten nada. Me he llevado haciéndolo tanto tiempo, que sale solo y no lo consigo evitar, me encierro en mí misma. Para mí es lo más fácil y al mismo tiempo lo más difícil.
Hay que seguir luchando día a día para vencer esos silencios, mis miedos y a mis fantasmas. El camino empezó hace unos meses y no voy a tirar la toalla, voy a seguir adelante.
Ahora toca empezar a bajar las barreras que he puesto con personas que me importan y que me intentan ayudar, empezar a dejar atrás los silencios y volver a confiar en mí misma y en quiénes me han demostrado que a pesar de todo están ahí para ayudarme.
La tarea no es fácil pero ya la he empezado, el primer paso ya está dado y me he sentido realmente bien, que te digan que hacía días que no te escuchaban reír, te da mucho que pensar y que te digan que ahora vuelves a ser tú, en cierta forma reconforta porque te das cuenta de que vuelves al camino.
El día de hoy ha sido complicado y emotivo, empieza esa rara sensación de vivir el lunes Santo en la distancia y mis emociones están a flor de piel, unas fotos de mi enano de costalero en el cole, recordar una canción que en esta fecha me rompe, la tensión en el trabajo, una comida con mi mujer y con amig@s, una sesión de acupuntura como hacía un tiempo que no tenía, una conversación con la persona que más quiero, recibir fotos de una amiga que se acuerda de mí cuando está delante de mi Soberano y mi Virgen de la Salud y me dice "el lunes te tendré en el corazón como hace un momento, te quiero y aquí estoy", son Momentos y palabras que te llegan al alma y te hacen pensar.
Voy a seguir andando el camino, es complicado y duro, pero voy a seguir luchando para salir adelante, por mí y porque no os voy a fallar a vosotr@s...