Aún no se por qué le he dado este título, pero es lo primero que me ha venido a la cabeza, así que por algo será...
Hoy quiero dar las gracias a las dos personas que este año y medio han estado y siguen estando ahí conmigo, las dos personas que más aguantan mis cambios de humor, mis malas caras, mis ataques de ansiedad o pánico, mis lágrimas...
No está siendo una etapa fácil, los cambios son lo que tienen y más cuando se trata de emociones, pero sin vosotras, sería aún peor. Probablemente, ya hubiera tirado la toalla hace tiempo...
Sabía que el camino iba a ser duro, pero no pensaba que tanto, a veces tengo la sensación de que nunca voy a llegar al final y me desespero, pero ahí estáis vosotras, con una palabra de aliento, un abrazo, una sonrisa, un mensaje, una canción...
Nada es por casualidad, eso ya lo he aprendido, que las personas que llegan a nuestra vida es para enseñarnos algo y cada una llega en el momento adecuado.
Soy realmente afortunada de teneros a mi lado porque de cada una de vosotras estoy aprendiendo, sois mis pilares, las cuerdas más importantes de mi Red de apoyo, sois mis alas y sin vosotras, en este momento, sería incapaz de volar alto, de seguir mi Camino, de llegar a mi faro.
Me está siendo complicado descubrirme, encontrarme, saber quién soy realmente y muchas veces me asusta lo que pueda descubrir, me aterra que no me guste lo que encuentre... muchas veces no sé si la Verónica que estoy descubriendo es la real o es otra máscara más, no sé si realmente llegaré a descubrirme algún día, o seré capaz de enseñar quién realmente soy a todo el mundo. Algo, sí tengo claro, con vosotras es con quiénes menos dobleces hay, con quiénes de verdad puedo mostrarme como quiero ser o como soy, porque no juzgáis y eso, es una ayuda.
Gracias a las dos por estar, gracias a las dos por ser, gracias a las dos por levantarme cada vez que me caigo, gracias por ser mi apoyo, gracias por quererme tal y cómo soy, gracias por respetar cada una de mis fases y seguir ahí, por no cansaros y seguir apostando por mí y creyendo en mí cuando yo misma no se quién soy ni lo que soy.
Gracias Laura por compartir mi día a día, mis 24 horas, mis miedos y mis sueños, mis lágrimas y mis sonrisas, gracias por ser mi amiga, mi mujer, mi hermana, mi compañera, mi alma gemela...
Gracias Bàrbara por estar en cada mal momento, por enseñarme a encauzar y no dejarme llevar por los impulsos, gracias por escucharme, por enseñarme a sentirme y escucharme a mí misma, gracias por ser mi guía, gracias por ser mi ángel.
Gracias a las dos por ser mis Alas, con vosotras al lado seguro que podré llegar a volar muy alto y conseguir mi sueño.
Os quiero!!!