A veces la vida te pone en situaciones que no esperas, se producen una serie de circunstancias que te hacen darte cuenta y encontrar un significado diferente para lo que ha ido pasando en el último año.
Como me han dicho alguna vez, las cosas se han de ir poniendo en su sitio, poco a poco y con calma y ahora estoy en el camino.
Resulta complicado encontrar las palabras para sacar todo lo que estoy sintiendo porque están siendo unos meses raros, muy raros...
Volvieron a aparecer los fantasmas con más fuerza que nunca, pero esta vez hay una gran diferencia, estoy bien acompañada para luchar contra ellos, nunca pensé que ocurriría de esta forma pero ahora no me preocupa el qué ha pasado y el por qué, sino que me ocupo del para qué y eso es algo que tengo muy claro en este momento.
También tengo claro las personas con quiénes puedo contar y que realmente me ayudan en estos momentos, las que me están acompañando a recorrer el camino, ya sé que queda mucho por hacer y que va a ser muy duro, pero me estoy preparando para ello, para encararlo de frente y sin perderme, a pesar de que en muchos momentos dan ganas de tirar la toalla. Me digo a mí misma una y otra vez que no puedo hacerlo, que he de seguir luchando y que voy a conseguir mi objetivo, pero no es fácil creer en ello.
Voy dando pasos pero me parecen mínimos para llegar a la meta que quiero conseguir, y me agobio, y me vengo abajo y hay que volverse a levantar y empezar, pero cada vez cuesta más porque no ves el final y te agotas...
En estos meses estoy aprendiendo muchas cosas y también estoy cambiando más de lo que pensaba, se plantean caminos muy distintos al que llevaba hasta ahora, pero cuesta decidir por dónde has de coger, cuál es el adecuado dentro del abanico que tengo. Es complicado cuando te dicen que te estás dedicando a algo, que aunque lo haces bien, no es realmente lo que has de hacer, que tu camino debería ser otro y que lo has de encontrar para realmente estar bien. Y lo peor de todo es cuando lo mismo te lo dicen diferentes personas y empiezas a aceptar que tienen razón pero sigues sin saber por dónde tirar...
No es fácil escuchar lo que te dicen y tampoco lo es reconocer que te equivocas y que quizás los obstáculos que te encuentras tienen su sentido porque no estás haciendo lo que has de hacer, porque no estás recorriendo tu camino de verdad, pero cuesta aceptarlo y asusta empezar de nuevo con esta edad.
Intento no pensar mucho y dejame llevar pero es más complicado de lo que pensaba porque mi cabeza no parar de dar vueltas y analizar cada cosa, cada detalle...
Si echo la vista atrás, y a veces lo hago, reconozco que desde la operación del tobillo todo se ha girado por completo y han ido pasando cada vez más cosas "casuales" que me están marcando y haciendo ver de forma diferente mi vida, y tantas casualidades ya no es casual. Como alguien me dice, estoy despertando...
Termina una etapa del camino, quizás de las más duras, la que ha iniciado en cierta forma todo lo ocurrido este año y medio. Si hoy alguien me preguntara o me dijera que llega el momento de olvidar todo lo pasado, le diría que no, que es algo que ni quiero ni voy a hacer porque ha sido duro pero al mismo tiempo muy importante en mi vida. Llego a más, si me dijeran de volver a atrás y poder elegir sabiendo lo que ahora sé, volvería a pasar de nuevo por todo lo ocurrido, por cada cosa que me ha pasado en este año y medio y sin dejar de lado ninguna, porque está siendo un aprendizaje que sin duda me está marcando y haciendo que coja conciencia de todo. Y porque al fin y al cabo, tenía que pasar.
En este camino hay personas que me están acompañando o me han acompañado que se quedarán porque quizás ya es el momento, otras nuevas que entrarán para acompañarme en algunas de las etapas que me faltan por recorrer y otras que seguirán conmigo, y a cada una de ellas le estoy agradecida por lo que me han aportado, me están aportando o me aportarán.
Está siendo una época rara, de muchos cambios y mucho abrir los ojos a una realidad diferente a la que veía antes, pero bueno, el momento es este y no otro.
Nunca pensé que la persona que más me ayudó hace años volvería a aparecer de nuevo en el momento oportuno para acompañarme en parte de este camino, pero así está siendo. Se han cerrado algunas heridas y se han abierto otras muchas que tendrán que ir sanando poco a poco y aunque me cuesta, aunque tenga días malos y otros insoportables, voy a seguir intentando hacer lo que he de hacer.
Me equivocaré y mucho, puede que me caiga mil veces, pero mil y una me voy a levantar porque nada de esto va a poder conmigo. El camino es complicado y tiene muchas cuestas y obstáculos pero me estoy preparando para ser capaz de vencerlos todos y llegar donde quiero, donde tengo puesta mi meta. No me pongo tiempos para alcanzarla porque he visto claro que cada cosa llega en el momento oportuno y cuando una está preparada.
Otra de las cosas que he aprendido es que el camino es mío y nadie puede recorrerlo por mí, me pueden acompañar pero sólo yo puedo elegir por dónde tirar.
Mi camino, es distinto y diferente y aunque vaya con mi gente, yo camino en soledad...